e hënë, janar 30, 2006

UNA HISTORIA VERDADERA

El pasado sábado, en el canal 33, emitieron por la noche Una historia verdadera de David Lynch. Fue una gran oportunidad
para revisar una película que hace virtud de la sobria y sencilla planificación y puesta en escena con la que filma en esta ocasión Lynch.
Creo que se trata de una de las mejores películas americanas de los últimos 10 años y que se convertirá de aquí a un tiempo en un clásico.
El cine americano, afortunadamente, aún da algunas pruebas que, aunque esté en la UVI, mantiene las constantes vitales.

OPERACION PLUS ULTRA

Gobierne el PSOE o gobierne el PP hay algo que no cambia: el rancio Cine de barrio, que parece empeñado en ofrecer las peores películas del cine español. El otro día se proyectó la película Operación Plus Ultra, film carente cualquier interés cinematogràfico, pero sí interesante desde un punto de vista digamos que sociológico.
Había una serie de niños que visitaban media España, la de los años 60 o 70, mientras eran adoctrinados tal como algunos quieren presentar la historia hoy en día, como observamos en la prensa y radio día a día. Un oficial de la Armada les hablaba del crucero Baleares, un navío de guerra hundido por los republicanos en 1938, y del heroísmo de sus tripulantes que de manera valiente entregaron sus vidas por la patria española frente a la barbarie de los rojos que hundían vilmente el barco, escena rematada con un zoom espantoso, desde un punto de vista cinematográfico, a una gran bandera española con el escudo pre-constitucional. Los niños eran luego trasladados a Roma, donde eran recibidos en audiencia papal por el mismísimo Pablo VI, y al Palacio del Pardo, en el que aparecía la figura de Franco, como un inocente abuelo y retratado como figura entrañable, premiando la conducta de los muchachos. Hasta aquí las escenas que vi del film.
Lo peor es que esta película no se emitía desde un punto de vista crítico . La pretensión es entretener a todos los espectadores, muchos de ellos niños, que ya tienen actualmente por otras vías continuas referencias a la grandeza y la unidad de la nación española. ¿Se habrá infiltrado algún agente de Acebes entre los programadores de TVE?. Una cosa es dar películas malas, y otra que además falseen la imagen del régimen anterior de forma tan lamentable y tendenciosa.

e enjte, janar 19, 2006

UN CONTRATO ES UN CONTRATO

He leído una noticia surrealista que provenía de Inglaterra. Un hombre ha sido condenado por incumplimiento de contrato. Hasta aquí, normal. Pero el objeto del contrato consistía en asesinar a una persona, y el obligado no cumplió lo estipulado. La historia comienza en un hospital psiquiátrico en el que una mujer que está internada después de un intento de suicidio se pone en contacto con otro paciente y celebran un contrato para que la mujer sea asesinada, en un principio mediante persona interpuesta. Llegado el momento del crimen la mujer no es asesinada, ni en un momento posterior en el que el obligado le manifiesta que asume personalmente la operación. Y la mujer le demanda por incumplimiento de contrato y el hombre es condenado.
Desde luego en España esto no hubiera llegado a un Tribunal. El objeto del contrato debe ser posible, lícito y determinado. En este caso, está claro que no era lícito. Y además, habría cuestiones constitucionales como el derecho a la vida, etc. Pero resulta muy curiosa la concepción del derecho anglosajón , en el que parece que se lleva hasta los últimos extremos que un contrato es ley entre las partes.
Tal vez por eso Blair quiere adoptar medidas preventivas para que no se lleguen a realizarse contratos de contenido sexual, y quiere instalar cámaras en las calles para identificar a clientes de prostitutas. Si no se disuade al cliente y llega a celebrar un contrato con una trabajadora sexual, parece que podrían estiupular cualquier barbaridad.

e martë, janar 17, 2006

EL CAJERO DE LA MUERTE.

En los últimos días se han publicado en los medios de información instantáneas extraídas de la grabación en la que se pueden apreciar momentos de la salvaje agresión que acabó con la vida de una indigente y también se ha podido ver el video en la tele.
Es difícil saber si había ánimo de matar y, según se establezca una cosa u otra, variará la calificación jurídica de la acción y, por tanto, la pena que sentenciarán los Tribunales de Justicia.
Lo escalofriante es ver el desprecio a la condición humana que exhiben las imágenes.
La justicia podrá determinar al final si los sujetos en cuestión estarán en la cárcel dos, tres, ocho, o diecisiete años, pero no se puede purgar el haber demostrado un desprecio tan grande respecto a la vida de alguien.
Los abogados, seguramente muy competentes en su oficio, conseguirán los màximos beneficios legales y luego penitenciarios para dejar al mínimo posible el castigo. Harán su trabajo y lo harán bien.
El final de la historia será como el de la última parte de "La naranja mecànica", pero no de la película sino de la novela. Esta gente se reintegrarán en la sociedad, se sentarán a nuestro lado en el autobús o en un restaurante, no se reeducarán, o mejor dicho, educarán moralmente, y una vida humana habrá sido segada de manera absurda.