e enjte, janar 19, 2006

UN CONTRATO ES UN CONTRATO

He leído una noticia surrealista que provenía de Inglaterra. Un hombre ha sido condenado por incumplimiento de contrato. Hasta aquí, normal. Pero el objeto del contrato consistía en asesinar a una persona, y el obligado no cumplió lo estipulado. La historia comienza en un hospital psiquiátrico en el que una mujer que está internada después de un intento de suicidio se pone en contacto con otro paciente y celebran un contrato para que la mujer sea asesinada, en un principio mediante persona interpuesta. Llegado el momento del crimen la mujer no es asesinada, ni en un momento posterior en el que el obligado le manifiesta que asume personalmente la operación. Y la mujer le demanda por incumplimiento de contrato y el hombre es condenado.
Desde luego en España esto no hubiera llegado a un Tribunal. El objeto del contrato debe ser posible, lícito y determinado. En este caso, está claro que no era lícito. Y además, habría cuestiones constitucionales como el derecho a la vida, etc. Pero resulta muy curiosa la concepción del derecho anglosajón , en el que parece que se lleva hasta los últimos extremos que un contrato es ley entre las partes.
Tal vez por eso Blair quiere adoptar medidas preventivas para que no se lleguen a realizarse contratos de contenido sexual, y quiere instalar cámaras en las calles para identificar a clientes de prostitutas. Si no se disuade al cliente y llega a celebrar un contrato con una trabajadora sexual, parece que podrían estiupular cualquier barbaridad.

1 Comments:

Anonymous Anonim said...

En este pais todo lo solucionan con cámaras, hay unos cuatro millones, una por cada 14 personas. Son unos pesaos

3:24 e pasdites  

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