e enjte, dhjetor 29, 2005

LA LEY DEL TABACO

Ante la ley del tabaco que entra en vigor el 1 de enero y sobre la cuestión si el Estado se ha excedido con esa regulación que puede vulnerar la libertad de las personas a, aún a sabiendas que es perjudicial, seguir fumando, mi pronunciamiento es en favor de la mencionada ley.
Hay gente que sostiene que no se causa perjuicio al fumador pasivo, y he leído que se cifra en consumir 6 cigarrillos al año el compartir en el trabajo un espacio con gente que fuma. Me parece más que discutible esa afirmación, pero aunque sólo sea por detestar el olor a tabaco, y no se sufriera perjuicio para la salud, ya estoy totalmente de acuerdo con acotar zonas para fumadores en bares y restaurantes y prohibir el tabaco en centros laborales. Ahora que se ha hablado tanto de la falta de civismo en Barcelona, creo que consumir un cigarrillo en presencia de gente que no fuma, detesta el olor del tabaco y no quiere soportar que su ropa huela a tabaco, me parece una falta de civismo, por mucho que vengamos de un hábito cultural muy permisible que permitía fumar, hasta hace pocos años, en los mismos vagones del metro.