e martë, janar 17, 2006

EL CAJERO DE LA MUERTE.

En los últimos días se han publicado en los medios de información instantáneas extraídas de la grabación en la que se pueden apreciar momentos de la salvaje agresión que acabó con la vida de una indigente y también se ha podido ver el video en la tele.
Es difícil saber si había ánimo de matar y, según se establezca una cosa u otra, variará la calificación jurídica de la acción y, por tanto, la pena que sentenciarán los Tribunales de Justicia.
Lo escalofriante es ver el desprecio a la condición humana que exhiben las imágenes.
La justicia podrá determinar al final si los sujetos en cuestión estarán en la cárcel dos, tres, ocho, o diecisiete años, pero no se puede purgar el haber demostrado un desprecio tan grande respecto a la vida de alguien.
Los abogados, seguramente muy competentes en su oficio, conseguirán los màximos beneficios legales y luego penitenciarios para dejar al mínimo posible el castigo. Harán su trabajo y lo harán bien.
El final de la historia será como el de la última parte de "La naranja mecànica", pero no de la película sino de la novela. Esta gente se reintegrarán en la sociedad, se sentarán a nuestro lado en el autobús o en un restaurante, no se reeducarán, o mejor dicho, educarán moralmente, y una vida humana habrá sido segada de manera absurda.

1 Comments:

Anonymous Anonim said...

Me n'alegro molt que hagis decidit tornar al blog. Això és totalment cert, des del punt de vista que, moltes vegades, per algú és difícil expressar sentiments d'impotència, ràbia, frustració ... d'una manera tan clara i neta com la teva.
No ho deixis.

9:32 e paradites  

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