e enjte, korrik 14, 2005

MARCADOS POR EL ODIO

Esta mañana leía el texto que me había enviado por mail Jordi y que hace una aproximación a "Taxi driver". Explica que el film muestra a un individuo que vive en una gran urbe, con grandes dificultades de comunicación respecto a los demás, presuntamente educado en un ambiente fanático-religioso de la América profunda, incapaz de integrarse en una comunidad (cada vez, por otra parte, menos cohesionada); y que un día decide realizar algo útil en su vida asesinando a un impresentable político llamado Pallantine y , al fracasar en su intento, liberar a una adolescente de la explotación sexual al que la somete un chulo llamado Sport.

Mientras leía el texto, se me ha ocurrido ponerlo en paralelo con los recientes hechos de Londres y el hecho descubierto ayer o anteayer de que los terroristas suicidas eran islamistas nacidos en Gran Bretaña. Ciertamente se puede trazar un paralelismo y me imagino a estos jóvenes como gente crecida en ambientes urbanos degradados del norte de Inglaterra, educados con una notable influencia religiosa ( o que bien la han descubierto últimamente a raíz de algún viaje a Pakistán según he leído), y con una incapacidad de integrarse en un estado como el británico donde se lleva a cabo un capitalismo bastante salvaje, cercano al modelo norteamericano, y donde, a pesar del pleno empleo, existen grandes desigualdades sociales. Esta gente, como Travis en "Taxi driver", deciden realizar un último acto útil en sus vidas, y lo hacen con los mismos medios violentos aunque de un modo mucho más espectacular. Pero también Travis, además de intentar cargarse al político, hace una escabechina bastante sangrienta en el meublé donde tiene lugar la última parte de la película, y realiza un fallido intento de suicidio.

En cualquier caso, leía el otro día un artícula de un catedrático de psicología social que hacía hincapié en que estos terroristas creen, como creía Travis, que sus actos violentos son útiles. En mi opinión, añadiría que esos actos les han liberado de su existencia inútil, vacía y sin esperanza. Por otro lado, realizar un acto criminal pensando que en realidad se practica el bien es algo de lo más normal en el curso de la historia. Pensemos en los tripulantes del "Enola Gay" que tiraron la bomba atómica sobre Hiroshima perpetrando uno de los crimenes más horribles de la humanidad, con decenas de miles de muertos aquel 6 de agosto de 1945 y los decenas de miles que vinieron luego.

Realmente está claro que son, digamos, maneras equivocadas de hacer el bien, pero coherentes con los tiempos actuales, con la permanente falta de valores y las crecientes desigualdades que se dan tanto a nivel regional como global. Un escenario propicio para, y citando aquí al coronel Kurtz de "Apocalypse Now", repetir su: "El horror... el horror".

1 Comments:

Blogger Jordi said...

En todo caso una alternativa diferente a aquellom que se ofrece genralmente a la juventud, vias de exploracion del vacio

6:27 e paradites  

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