LA PERCA

Abandono mi retiro por primera vez, para acudir al Renoir a ver un documental que se titula "La pesadilla de Darwin".
Había visto en algún supermercado percas en la sección de pescadería, y había comido alguna vez, aunque no conocía la historia de la explotación de este pez. Bueno, pues resulta que hace unos cuantos años fue introducido en el Lago Victoria y, como es un depredador, se ha cargado a todas las demas especies del lago , alterando toda la composición de la fauna marina y provocando graves daños al ecosistema.
Los occidentales han instalado en la ribera del lago un montón de factorías y exportan cada día varias toneladas de este pescado hacia Europa, principalmente en aviones rusos. Con esas toneladas comen pescado en Europa varios millones de personas. ¿Eso beneficia a las gentes del lugar? Pues evidentemente no. La gente que trabaja en las factorías digamos que no tiene un elevado nivel de derechos laborales, y se agrupa en poblachos donde el nivel de vida es muy precario.
Se genera alrededor del negocio unos poblachos donde los niños desnutridos pasan el tiempo disolviendo unos plásticos que obtienen de las explotaciones para esnifarlo y colocarse; y por otro lado abunda la prostitución, mujeres que venden su cuerpo por 10 dólares a los pilotos occidentales y que evidentemente también se relacionan con los autóctonos del lugar siguiendo las instucciones de Juan Pablo II y Benedicto XVI, no en cuanto a la castidad, pero sí en cuanto al uso de preservativos, por lo que el SIDA se lleva bastantes víctimas.
Para acabarlo de arreglar, y para aprovechar el viaje, los aviones se van cargados de perca pero no vienen vacíos. Les hacen el gran favor a los negritos de llevarles kalashnikov y toda serie de explosivos, para que, ya que están aburridos, puedan pasar el rato matándose unos a otros en Ruanda, Angola, Tanzania, etc.
La verdad es que el documental, que está en mi opinión bastante bien hecho, tiene algunos momentos de gran crudeza que Olga, por poco, no soporta. Como los nativos del lugar aprovechan los despojos de los pescados para freír las cabezas y hacer pures con las sobras, hay un momento de especial crudeza en que los niños del lugar comen un asqueroso puré de sobras, aderezado como complemento vitamínico y nutritivo con un montón de gusanos.