e hënë, qershor 27, 2005

ACORAZADO POTEMKIN

27 de junio de 2005. Hoy se conmemora el centenario del motín que tuvo lugar en el acorazado Potemkin, navío de guerra al servicio del zar de Rusia.
Por un lado creo que es un acontecimiento histórico importante. La revolución de 1905 actuó como ensayo general de la que tuvo lugar doce años más tarde y, en consecuencia, es el gérmen de todos los horrores que asolaron a Europa en los siete u ocho decenios siguientes. Por otro lado, en aquel mismo año se confirmó el hecho que Japón era una potencia emergente, también en el plano militar, capaz de destrozar una obsoleta flota rusa que hizo un recorrido surrealista, desde Europa a Asia, por el cabo de Buena Esperanza y el Océano Indico, hasta llegar a los mares asiáticos y convertirse en carne de cañón de los nipones.
No obstante, lo que ha dado fama mundial al motín del Potemkin es el hecho de haber sido llevada al cine por la mano maestra de S.M. Eisenstein. Sobre este hecho reflexionaría que "El acorazado Potemkin" es una de las películas más importantes de la historia del cine, pero yo no la pondría en , por ejemplo, la lista de mis cien películas favoritas. Es una película que revolucionó el mundo del cine, en especial por el uso del montaje cuya agilidad nunca se había visto hasta entonces, pero la verdad es que el tema, a pesar de su valor histórico, no es que me apasione especialmente.
Una cosa sería hacer una lista de las películas más importantes de la historia del cine y otra la de las mejores películas o las que más nos gustan. Así, lo primero puede ser más objetivo que lo segundo. Pienso por ejemplo en el género western, en el que "La diligencia" es una película muy importante porque da carta de naturaleza al género. No obstante, hay un montón de películas del mismo Ford que me gustan muchísimo más. También sería el caso de Welles, pues aún reconociendo que "Ciudadano Kane" es seguramente la película más importante de la historia del cine, a mi me gusta más el particular universo moral de Quinlan retratado en "Sed de mal".
Ciñéndonos al período mudo, reconozco la valía incuestionable de "El acorazado Potemkin", pero yo me quedo con una película menos conocida de ese período, realizada un par de años más tarde, como es "Y el mundo marcha" de Vidor.