e enjte, shtator 29, 2005

LONDON

Después de viajar a Londres, la primera conclusión a la que llego es lo mal que funciona el servicio de autobuses en Londres. Se demostró sobrada y empíricamente que los autobuses de un mismo número van de tres en tres, con un intervalo de paso desde unos segundos a dos minutos. Eso tiene una ventaja y es que si pierdes el primero, en breve te subes a los otros. Pero si pierdes el último, entonces debes estar esperando durante muchos, muchos , muchos y muchos minutos hasta que vuelven a aparecer, con brevísimo lapso de tiempo, dos o tres autobuses de la misma línea.
Por otra parte, la ciudad es muy dinámica, existe el pleno empleo y es difícil concebir que una persona que quiere trabajar no encuentre trabajo en Londres, siempre que lo que de verdad quiera sea trabajar aunque eso signifique empezar por trabajos poco cualificados.
Hacía muchos años que no había estado en Londres, por lo que no había visto la Tate Modern. Me gustó la idea de habilitar como museo una antigua fábrica de electricidad contando con el privilegiado escenario cercano al río y frente a la cúpula de Wren en San Pablo. Otra cosa es el contenido, a menudo grotesco, de algunas muestras de arte moderno que hay en el museo. Por ejemplo, un cuadro totalmente pintado de azul sobre el que discutían con aparente interés dos visitantes (!?); algunos cuadros de Mondrian, con un nivel de diseño similar al que podríamos encontrar en una clase de P3 y la exhibición de un cortometraje de dieciocho minutos consistente en un plano fijo de dos personas que están de perfil, inmóviles entre unos arbustos durante todo el tiempo que dura el corto (!?).
Otra conclusión es que Londres es muy cara. Puedes no comprar nada y no entrar a atracciones turísticas de pago ( 14,5 pounds la Torre de Londres, casi cuatro mil pelas !!!), pero lo que no puedes es dejar de comer. Después de pagar por un café y un té 7 €, uno toma conciencia de sus limitaciones económicas, que son muchas.