e mërkurë, maj 31, 2006

LA MUERTE COMO ESPECTÁCULO

Era de preveer que la noticia del inminente,según parece, fallecimiento de Rocío Jurado fuera seguido en los programas de prensa rosa, pero tal vez no era tan previsible que incluso los telediarios de las cadenas generalistas se sumaran a tratar la muerte de una persona como espectáculo. Viendo todo esto me viene a la memoria la película de Billy Wilder, titulada aquí en España como El gran carnaval, y en la que el protagonista, un periodista que interpreta Kirk Douglas, monta un circo en torno a la muerte de un hombre con fines publicitarios y de beneficio periodístico únicamente.
En vez de respetar la intimidad de alguien en el momento de su muerte, los medios, aunque sea con la connivencia de la familia, inventan una noticia donde no la hay con su desmesurada cobertura. Esta es una forma de hacer periodismo que cada vez tiene más éxito y que sintetiza bien Kirk Douglas en aquella pelicula cuando, sumido en el sopor que le supone vivir en la aburrida ciudad de Alburquerque, en New Mexico, dice en la redacción del periódico donde trabaja : "Si no hay ninguna noticia, salgo a la calle y muerdo a un perro".
Ya no hay límites y no importa que el perro sea un desgraciado que aparece en Gran Hermano o una persona que está agonizando. Lo que cuenta es el espectáculo. Y, al fin y al cabo, este tipo de información es la que llega, junto a la que publican los diarios deportivos, a la mayoría de la población del país.