e premte, mars 31, 2006

EL ESPIRITU DE GIL

El espíritu de Gil sigue presente en el ayuntamiento de Marbella. Parece que en el pleno del otro día, ante la ausencia de la alcaldesa porque estaba arrestada, y la primera teniente alcalde creo que por el mismo motivo, resulta que fue alcalde accidental aquel defensa leñero que tenía el Atlético de Madrid: Tomás Reñones. Parece, dada la imagen pública que daba cuando era jugador, un hombre muy adecuado para que en ese reino de corrupción prosiga el esperpento y el gilismo como ideología que centra su objetivo en la corrupción a lo bestia, de una manera tan descarada que incluso supera, por ejemplo, la corrupción generada en el trazado del paso del AVE por la província de Guadalajara para favorecer al marido de Esperanza Aguirre.