HIJO DE PUTA PORTUGUÉS

Se ha puesto de moda en los últimos tiempos hablar del racismo y la violencia en los campos de fútbol, a raíz especialmente de la actitud del público con Eto'o en el Zaragoza-Barça de hace unos días. La actitud fue lamentable por parte del público, pero me ha parecido detectar en los medios barceloneses una cierta actitud de explotar lo brutos y racistas que son los aficionados del Zaragoza, como si esos insultos fuera imposible que se dijeran en el Camp Nou.
En cambio, esos mismos gestos simiescos que se utilizaron en Zaragoza recuerdo que, en alguna ocasión, se habían dirigido en Barcelona a Roberto Carlos. En todos los campos de fútbol hay subnormales y recordemos que en Barcelona hubo un sujeto que estaba lo bastante tarado como para acudir a ver un Barça-Madrid con una cabeza de cerdo que tiró al césped.
Por otro lado, hay gente que está pidiendo un castigo ejemplar y que cierren La Romareda. No sé si hay para tanto y la cosa se puede quedar en una fuerte multa, pero recordemos que el Barça no ha cumplido el cierre por un partido del Camp Nou con la argucia legal de acudir a la justicia ordinaria.
Y hoy viene el Chelsea con Mourinho. No voy a defender a Mourinho, que me parece un entrenador que tiene virtudes evidentes (conseguir ser campeón de Europa con el Oporto) y también el defecto de ser un maleducado y un provocador, aunque para él sea un arma el hecho de intentar, crispando el ambiente, sacar provecho deportivo.
Lo que me llamó la atención del recibimiento que le hicieron algunos aficionados en El Prat es que uno le llamó "Portugués, hijo de puta!"; es decir, que su utilizó el gentilicio portugués, normalmente utilizado para designar a quien ha nacido en Portugal, como insulto o modo despectivo de dirigirse al entrenador luso.
Es fácil pensar cómo se hubiera dirigido ese aficionado a Mourinho para insultarlo si éste fuera de raza negra, asiàtica, obeso, muy bajito o constara que es homosexual. Ante la imposibilidad de acompañar el "hijo de puta" con otra expresión despectiva, utilizó el término portugués. Muchas veces no es que la gente sea racista sino que, además de serlo, es profundamente maleducada y hecha mano de todo lo que está a su alcance para menospreciar al prójimo.
Rijkard, un hombre moderado, ha dicho que hay que aplaudir hoy a Mourinho. No creo que sea necesario llegar a tanto, pero sí que sería inteligente por parte del público del Barça, y no creo que eso pase, responder con la indiferencia a las provocaciones de Mourinho, sin caer en insultos ni lanzamiento de objetos.