LA EDUCACION Y BECKAM

Ayer emitieron un interesante reportaje en 30 minuts sobre el estado de la enseñanza secundaria en Catalunya. Un estado que cabe calificar, aplicando un término suave, como de desolador.
Ante el pasotismo de los padres, la incapacidad o desistimiento de los profesores y la indiferencia de los poderes públicos, la situación de los institutos es la de haberse convertido, también dicho de manera suave, en un parking donde, eso sí, no te cobran por fracción sino en concepto de depósito a precio regalado. Los niños crecen sin saber expresarse, sin poder entender ni resumir un texto de dos páginas, y teniendo como referencia la televisión en la que los protagonistas son los gritos de los protagonistas de Gran Hermano, las intromisiones obscenas en la vida privada de los demás y la exaltación de ídolos deportivos. Y, en el apartado de los ídolos del balón, uno de los referentes más importantes es Beckam.
Hoy en La Vanguardia publican una noticia curiosa y que uno hasta duda de su certeza, pero como dicen que si las vacas vuelan y lo dice este rotativo es verdad, habrá que creer el artículo dedicado a Beckam. Resulta que Beckam, según el Mail on sunday que cita como fuente La Vanguardia, ha reconocido su incapacidad para ayudar a su hijo Broklyn a hacer los deberes. Broklyn todavía no está en edad universitaria; de hecho, tiene seis años, y los deberes que le imponen consisten en dividir 12 entre 3, o multiplicar 5 por 10. Beckam ha manifestado que "sus deberes son tan difíciles estos días ... totalmente diferentes de los que me enseñaban cuando iba al colegio". Pero, ¿a qué colegios iba este hombre?. De todos modos, su buena voluntad está fuera de toda duda ya que se ha ofrecido a leer un libro al niño, algo que su mujer confiesa no poder hacer y ha manifestado que no lo ha hecho en su vida "porque no tengo tiempo". Así que estos son los modelos a seguir! No me extraña que los jóvenes no se interesen por la educación!
La noticia de Beckam me sigue produciendo incredulidad pero me inclino a creer que es cierta porque recuerdo, y esto sí fue absolutamente verídico, que un hombre como Dan Quayle, que llegó a ser vicepresidente de los Estados Unidos de América, demostró en una clase de primaria ante unos niños, y teniendo como testigo la televisión, que no sabía deletrear la palabra patata.