NADIE SABE

"Nadie Sabe" es una excelente película japonesa que tuvimos oportunidad de ver, en el preestreno, el pasado miércoles. Olga y yo coincidimos en que el metraje era un poco excesivo y le sobraban unos quince o veinte minutos, pero la película nos gustó.
Es muy interesante el tratamiento que el director da a los personajes, cuatro niños que viven en un apartamento de Tokio y que han sido abandonados por la madre, cuidando el mayor, que tiene unos doce años, de los pequeños.
El tratamiento conecta con el que efectuaron algunos cineastas clásicos como Ford, es decir, Koreeda muestra, no moraliza, y eso hace que la película, en tono semidocumental, adquiera realidad ante el espectador. La reflexión a la que nos induce la película es que ocurren historias ciertamente conmovedoras en unas grandes urbes deshumanizadas y, en ese sentido, la planificación de la película, con los grandes espacios urbanos de Tokio entre los que se pierden los protagonistas y, en especial, el mayor de los hermanos; nos viene a decir que no es que la gente mire hacia otro lado ante estos supuestos, sino que ni siquiera se dan cuenta de que existen.